Tras la nostalgia del evento, no queremos acabar esta aventura sin dar las gracias a cada uno de nuestros voluntarios.
Su trabajo, dedicación, motivación, alegría y buen rollo han conseguido que el evento naciera en Zaragoza de la mejor forma posible, y es que sin duda el éxito de una WordCamp nace de la ayuda y colaboración de este gran equipo.